jueves, 17 de noviembre de 2016

NUTRICIÓN INFANTIL alimentación durante el primer año de vida


"Alimentación durante el primer año de vida"

  • La lactancia materna y su importancia: 
    La Lactancia Materna es la forma más adecuada y natural de proporcionar aporte
    nutricional, inmunológico y emocional al bebé, ya que le aporta todos los nutrientes y anticuerpos que lo mantendrán sano, sin olvidar que le permitirá crear fuerte lazo afectivo con la madre.

    Beneficios que aporta al bebé la lactancia materna
    • Por tratarse de leche específica para el ser humano, es mucho más fácil de digerir que las fórmulas en polvo, además de que se trata de fluido vivo que cambia para cubrir las necesidades del infante conforme crece.
    • Ayuda a tener desarrollo maxilofacial óptimo, pues cuando el bebé extrae la leche del pecho utiliza más músculos faciales que con el biberón.
    • Al fluir la leche directamente del pezón a la boca del bebé, está exenta de manipulaciones y libre de contaminación por gérmenes.
    Beneficios que aporta a la madre la lactancia materna
    • La lactancia contribuye a que el útero o matriz se contraiga rápidamente, lo que reduce hemorragias tras el parto.
    • Le ayuda a perder el peso ganado durante el embarazo, ya que la grasa acumulada se utiliza como energía para producir la leche.
    • Se ahorra tiempo, pues es alimento siempre disponible.
    ¿Por cuánto tiempo es necesaria la lactancia materna?
    La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y la continuación de la misma (con introducción gradual de los alimentos sólidos) hasta el segundo año de vida.

    ¿Cómo inicia la lactancia materna?
    Tras el nacimiento del bebé, la glándula mamaria produce una especie de líquido amarillento y cremoso llamado calostro, el cual es abundante en proteínas, minerales, vitaminas y anticuerpos.
    Al tercer o cuarto día posterior al parto tiene lugar la subida de la leche (acumulación del lácteo en la mama); después de una semana se produce “leche de transición”, que es blanquecina, acuosa y rica en grasa, lactosa, vitaminas hidrosolubles y calorías. Luego de 3 a 6 semanas se estabiliza la emisión de “leche madura”.

    ¿Por qué se recomienda la lactancia materna?
    La leche humana está compuesta en el 88% por agua, la carga renal de solutos es 3 veces menor a la de cualquier fórmula comercial lo que permite que el riñón (que sólo tiene una capacidad de filtración del 25%), mantenga su función adecuadamente y el bebé no requiere ser hidratado con agua, té, jugos o fórmulas aún en lugares muy calurosos.

    ¿Cómo debe alimentarse la madre durante la lactancia materna?
    Se recomienda a la madre realizar al menos tres comidas balanceadas y dos tentempiés al día, las cuales deberán incluir los distintos grupos de nutrientes (carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales). Deben ignorarse las creencias de que pulque, atole y cerveza incrementan la cantidad del lácteo, pues su consumo sólo provoca aumento de peso.
    ¿Qué hacer si tiene congestión mamaria, es decir que no sale leche de los senos y se siente dolor en ellos?
    El incremento en el volumen de la leche ocasiona congestión de los senos que puede causar dolor. Sin embargo, es posible aliviarlo al amamantar al pequeño con más frecuencia y, antes de ello, colocando sobre las mamas paños calientes para que se abran los conductos y la salida de la leche sea mayor.

    ¿Qué hacer si tiene los pezones planos e invertidos durante la lactancia?
    En tal caso el bebé puede traerlos hacia fuera mediante la succión normal; no obstante, hay quienes presentan el problema en forma moderada a severa. Una técnica efectiva para tratar esta condición consiste en estimular y procurar formar el pezón justo antes de amamantar, para ello se puede recurrir a bomba extractora o tira leche.
    ¿Qué pasa si tiene los pezones agrietados?
    Puede prevenirse al procurar que el menor no succione solamente el pezón, sino que cubra con su boca parte de la areola. Asimismo, es necesario asegurarse de que sus labios no estén doblados y que la lengua se ubique debajo del pecho. La aparición de grietas también puede verse favorecida al limpiar los senos con alcohol o jabón, lo cual es innecesario. Lo único que se recomienda es el lavado con agua durante el baño y, cuando el bebé acabe de comer, untar leche en todo el pezón y la areola, y dejar que se sequen al aire.

    VÍDEO DE LACTANCIA MATERNA Y SU IMPORTANCIA:









    MINISTRACIÓN DE FÓRMULA LÁCTEA:



    Hay distintas fórmulas disponibles para niños menores de 12 meses de edad que no están tomando leche materna.
    Las leches maternizadas, de inicio o continuación, se disuelven en forma instantánea en agua hervida tibia, en un volumen de acuerdo a los requerimientos hídricos del niño. No necesita de ningún otro agregado.
    Las leches enteras, LPF, que son de menor costo, pueden usarse diluidas al 7,5% con el fin de disminuir la cantidad de proteínas y adaptarlas a las características fisiológicas del lactante.
    A partir del año de vida puede ser usada al 10%, especialmente si el aporte proteico de las comidas no es suficiente
    Para cumplir las recomendaciones de energía para la edad, se agrega maltodextrina o sacarosa al 5% y es necesario además, agregar 1,5% de aceite vegetal para cubrir los requerimientos de ácidos grasos esenciales.
    Después de comenzar la alimentación no láctea, el aceite de la mamadera puede ser reemplazado por polisacáridos del tipo almidón (maicena, cereales dextrinados) al 3 ó 5%.



    TIPOS DE FÓRMULAS



    Los bebés necesitan hierro en sus dietas. Lo mejor es utilizar una fórmula fortificada con hierro, a menos que el pediatra le diga lo contrario.
    Fórmulas a base de leche de vaca común:
    • Casi todos los bebés toleran bien las fórmulas a base de leche de vaca.
    • Estas fórmulas están hechas con proteína de leche de vaca que ha sido modificada para que sea más parecida a la leche materna. Contienen lactosa (un tipo de azúcar que se encuentra en la leche) y minerales de la leche de la vaca.
    • La fórmula también contiene aceites vegetales, además de otros minerales y vitaminas.
    • La irritabilidad y los cólicos son problemas comunes para todos los bebés. La mayoría de las veces, las fórmulas a base de leche de vaca no causan estos problemas. Esto significa que usted probablemente no necesite cambiar a una fórmula diferente si su bebé está irritable. Si no está seguro, hable con el pediatra de su hijo.
    Fórmulas a base soya:
    • Se elaboran usando proteínas de la soya. No contienen lactosa.
    • La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) sugiere utilizar fórmulas a base de leche de vaca siempre que sea posible, en lugar de las fórmulas a base de soya.
    • Para los padres que no quieren que su hijo consuma proteína animal, la AAP recomienda el amamantamiento. Las fórmulas a base de soya también son una opción.
    • NO se ha demostrado que las fórmulas a base de soya ayuden con las alergias a la leche o los cólicos. Los bebés que son alérgicos a la leche de vaca también pueden ser alérgicos a la leche de soya.
    • En lactantes que presenten galactosemia, una afección infrecuente, se deben usar fórmulas a base de soya. Estas fórmulas también se pueden utilizar para bebés que no pueden digerir la lactosa, cosa que es poco común en niños menores de 12 meses.
    Fórmulas hipoalergénicas (de hidrolizado de proteína):
    • Este tipo de fórmula puede ser útil para bebés que tengan alergias a la proteína de la leche y para aquellos con salpullidos o sibilancias (silbidos al respirar) causadas por alergias.
    • Las fórmulas hipoalergénicas generalmente son mucho más costosas que las comunes.
    Fórmulas deslactosadas:
    • También se utilizan para galactosemia, así como para niños que no pueden digerir la lactosa.
    • Un niño que tenga una enfermedad con diarrea por lo regular no necesitará fórmula deslactosada.
    Existen fórmulas especiales para bebés con ciertos problemas de salud. Su pediatra le informará si su bebé necesita una fórmula especial. No le dé estas fórmulas a menos que su pediatra lo recomiende.
    • Las fórmulas para el reflujo se espesan previamente con almidón de arroz. Por lo regular, se necesitan sólo para los bebés con reflujo que no están aumentando de peso o que están muy incómodos.
    • Las fórmulas para bebés prematuros y de bajo peso al nacer tienen calorías y minerales adicionales para satisfacer las necesidades de estos lactantes.
    • Se pueden usar fórmulas especiales para bebés con cardiopatía, síndromes de absorción deficiente y problemas para digerir la grasa o procesar ciertos aminoácidos.
    Fórmulas más nuevas sin una función clara:
    • Las fórmulas para niños pequeños se ofrecen como nutrición adicional para niños que son quisquillosos para comer (comen solo algunos alimentos preferidos). Hasta la fecha, no han demostrado que sean mejores que la leche entera y las multivitaminas. También son costosas.
    La mayoría de las fórmulas pueden comprarse en las siguientes formas:
    • Lista para el consume. No es necesario agregar agua; son convenientes, pero cuestan más.
    • Fórmulas líquidas concentradas. Es necesario mezclarlas con agua, pero cuestan menos.
    • Fórmulas en polvo. Deben mezclarse con agua, pero son la forma menos costosa.

    Recomendaciones

    La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics - AAP) recomienda que todos los bebés sean alimentados con fórmula fortificada con hierro o leche materna durante al menos 12 meses.
    Su bebé tendrá un patrón de alimentación ligeramente diferente dependiendo de si es amamantado o si lo alimenta con leche maternizada.
    En general, los bebés que son amamantados comen más a menudo.
    Los bebés que son alimentados con leche maternizada pueden necesitar alimentarse aproximadamente de 6 a 8 veces al día.
    • Con recién nacidos, comience con 2 a 3 onzas (unos 60 a 90 ml) de leche maternizada por alimentación (para un total de 16 a 24 onzas o 480 a 720 ml al día).
    • Al igual que con el amamantamiento, la cantidad de alimentaciones disminuirá a medida que el bebé crezca, pero la cantidad de leche maternizada aumentará a aproximadamente de 6 a 8 onzas (unos 180 a 240 ml) por alimentación.
    • Entre los 4 y los 6 meses de edad, un lactante debe estar consumiendo de 28 a 45 onzas (unos 840 a 1,350 ml) de fórmula y a menudo está listo para comenzar la transición a alimentos sólidos.
    La fórmula para bebés se puede usar hasta que un niño cumpla 1 año de edad. La AAP no recomienda la leche de vaca regular para niños menores de 1 año. Después del año, el niño debe recibir sólo leche entera, no desnatada ni baja en grasa.
    Las fórmulas estándar contienen 20 Kcal/onza o 20 Kcal/30 ml y 0.45 gramos de proteína/onza o 0.45 gramos de proteína/30 ml. Las fórmulas a base de leche de vaca son apropiadas para la mayoría de los bebés a término y prematuros.
    Los bebés que toman suficiente fórmula y están aumentando de peso por lo regular no necesitan vitaminas ni minerales adicionales. El médico o la enfermera le pueden recetar fluoruro extra si la fórmula la están preparando con agua que no ha sido fluorada.

              El destete


    La edad en que ocurre el destete por completo, es decir, que el niño abandona definitivamente la leche materna, es variable y está influido por factores de muy diversa índole, tanto biológicos como sociales y culturales.

    Hoy sabemos que no existen razones científicas por lo que se deba recomendar dejar la leche materna a una determinada edad. Cualquier recomendación sobre una edad óptima de destete está basada en opiniones personales, teorías no contrastadas empíricamente o simples prejuicios.
    Cual debe ser la duración de la lactancia materna es una decisión libre de cada madre y de cada hijo, salvo que se produzca una situación de emergencia que fuerce a finalizar el amamantamiento.
    Se debe tener en cuenta que el destete no solo es un cambio en la dieta del niño, sino que es un asunto muy serio con gran repercusión emocional para él y para su madre. El niño puede experimentar sentimientos de frustración y de abandono, al no entender por qué su madre le niega algo tan importante para él; la madre, a su vez, puede experimentar sentimientos de pérdida y de tristeza por haber tenido que cambiar esta forma de relación íntima con su hijo.
    Por todo ello las recomendaciones arbitrarias sobre la limitación de la lactancia materna, que no tienen en cuenta los deseos de la madre y de su hijo, son simplemente inaceptables.

    Destete forzoso                                        



    En algunas ocasiones el destete se hace inevitable por causas médicas u otras (enfermedad grave de la madre o el niño, accidente, situación de emergencia, separación prolongada, etc).

    Cuando el destete ha de ser impuesto, por un motivo totalmente justificado, antes de que la madre o el niño estén preparados para ello, ambos necesitarán apoyo y comprensión.
    De todas formas, antes de tomar esa decisión, sería de gran importancia buscar información contrastada sobre la necesidad de ese destete, ya que con demasiada frecuencia se tiende a inhibir lactancias sin una justificación científica real.
    Conviene saber que los medicamentos realmente incompatibles con la lactancia son muy pocos y las enfermedades que contraindican la lactancia son menos aún.

    Destete voluntario

    El destete puede ocurrir a iniciativa de la madre o del niño. En situaciones ideales sería deseable que el destete se produjera de mutuo acuerdo y fuera un proceso tan satisfactorio y enriquecedor como la lactancia, pero esto no siempre sucede.

    La decisión sobre el momento del destete puede tener grandes variaciones de una madre a otra y también de un niño a otro.
    En ocasiones la madre puede sentir deseos de poner fin a la lactancia antes que su hijo esté preparado para aceptarlo. Otras veces quien decide ponerle fin puede ser el niño a pesar de que su madre no tuviera ningún inconveniente en continuar.
    Sea cual sea el momento en que uno de los integrantes de la pareja lactante desea ponerle fin, o sean cuales sean los motivos, es importante recordar que se trata de una opción personal y que todas son respetables.

    Destete a iniciativa del niño                                                       

    Si el destete sucede a iniciativa del niño va a ser él quien marque la pauta.

    Algunos niños simplemente un buen día deciden que no quieren mamar más.
    Otros lo hacen más despacio, paulatinamente se van desinteresando por la lactancia materna, reduciendo la demanda hasta que ésta cesa por completo. Los hay que primero maman solo una vez al día, luego una vez cada varios días, hasta que simplemente dejan de pedir.
    Un nuevo embarazo puede tener un papel en el destete del hijo anterior. Debido a los cambios de la leche durante el embarazo (menor volumen, distinto sabor) muchos niños se destetan solos en esta época. Otros prefieren seguir mamando, y continuar haciéndolo tras el nacimiento del nuevo hermano. A esta situación de dos niños de diferentes edades mamando a un tiempo se la ha llamado “lactancia en tándem”.

    Destete a iniciativa de la madre

    Una madre puede tener diversas razones para desear finalizar la lactancia materna; desde razones médicas, emocionales, presiones familiares, sociales, etc.

    El momento en que una madre empieza a desear el cese de su lactancia es también muy variable. A algunas les puede suceder a los pocos días o meses, a otras al cabo de varios años.
    En cualquier caso, de ser posible, siempre es preferible un destete gradual a un destete brusco. Este último puede generar ingurgitación mamaria (pechos hinchados, duros y doloridos) e incluso obstrucciones, mastitis e incluso abscesos (inflamación e infección más o menos severa del pecho tras disminuir el drenaje), que no ocurrirían si se permitiese la adaptación de la mama a la disminución progresiva de la succión, como ocurre durante el destete gradual (a menor succión, menor producción, hasta que ésta cesa por completo). Desde un punto de vista emocional el destete gradual también es más fácil para el niño.
    El destete supone mucho esfuerzo, y madres que han destetado activamente a sus hijos suelen decir que no les quedaba mucho tiempo libre, ya que tenían que emplearlo en distraer a sus hijos de otro modo.
    Los niños que son destetados antes de superar su necesidad de mamar pueden empezar a chuparse el dedo o incluso a usar chupete si se le ofrece, siendo sustitutos del amamantamiento que pueden proporcionar cierto consuelo a un niño frustrado por el destete.
    La noche puede ser un momento especialmente difícil para un pequeño que espera mamar y no puede entender la reticencia de su madre; a esa hora pocos de la familia van a estar especialmente racionales y pacientes; el padre puede hacer que el proceso nocturno sea mejor tolerado, proporcionando los cuidados nocturnos al pequeño.
    Hay que aceptar la protestas del niño si llega el caso, tiene derecho a quejarse si le quitan algo que era importante para él. Ofrecerle apoyo y consuelo facilitará que al final lo asuma.
    Del mismo modo hay que aceptar la decisión de la madre sean cuales sean sus razones. Amamantar es cosa de dos y si uno no quiere seguir está en su derecho también. La lactancia materna no debería ser nunca un sacrificio.

    Ideas y sugerencias para acelerar un destete

    No ofrecer, no rechazar

    No garantiza el tiempo que pueda prolongarse el destete. Es el menos doloroso para el niño.

    Distracción

    Se trata de identificar los momentos, lugares y circunstancias en los que el niño suele pedir el pecho, y anticipar alternativas al amamantamiento, para que el niño dirija su atención hacia algo nuevo y atractivo en vez de hacia la pérdida de algo entrañable como mamar.

    Sustitución

    Se ofrece comida o bebida al niño para evitar que pida el pecho por hambre. No se trata de sobornarlo con golosinas para que deje el pecho. Sólo funcionará cuando el niño tenga hambre. Hay que tener en cuenta que los niños también maman por afecto hacia su madre, para sentir su cercanía, por consuelo si están cansados, frustrados o con miedo.

    Aplazamiento

    Con un niño que ya nos entiende se puede negociar el demorar una toma. El niño debe ser lo bastante maduro para aceptar la espera. Se le puede ofrecer algo que le mantenga contento mientras tanto.
    El destete por abandono, es decir que la madre se separe del niño por unos días, no es recomendable, ya que el niño no solo se ve privado bruscamente de la leche de su madre, sino también de su presencia, que es vital para su salud afectiva y emocional (3).
    Si la madre no quiere o puede hacer un destete paulatino y desea interrumpir la lactancia lo más rápido posible, en todas las culturas y épocas se encuentran testimonios de estrategias variadas.
    Poner tiritas en los pezones y decirle al niño que las tetas están enfermas, untar los pezones con cremas con un color, olor o sabor que resulte desagradable para el bebé, etc., son las más habituales.
    Por ejemplo, en algunos países, las madres se untan el pezón con aloe vera ya que parece ser que su sabor no gusta a muchos niños. Estas estrategias no son ni buenas ni malas, mejores o peores, simplemente pueden ser eficaces.
    El destete natural



    Algunas personas creen que si el niño no es activamente animado a destetarse, no lo hará nunca por sí mismo; sin embargo, esta idea es errónea, como lo demuestra el hecho de que en sociedades en que se permite al niño mamar tanto tiempo como quiera, acaba por destetarse él solo.

    En la mayoría de sociedades humanas el destete suele ocurrir pasados los 2 o 3 años de edad; en nuestra cultura ocurría así hasta hace poco más de un siglo. Los acontecimientos que han condicionado en nuestro medio el rechazo cultural hacia la lactancia más allá del primer año son complejos, pero no dejan de ser cuestiones culturales, que no tienen que ver con las necesidades biológicas o psicológicas del niño.
    Está muy extendida la creencia de que a partir de una cierta edad la leche materna no alimenta, que el niño mayor que mama es por vicio, o que prolongar la lactancia afecta negativamente el desarrollo psicológico del niño. Estas creencias han llegado a calar profundamente en la mayoría de las personas, incluyendo médicos, psicólogos y pedagogos.
    Esta presión cultural en contra es el principal inconveniente de la que se ha denominado “lactancia prolongada”; en algunos países, como Estados Unidos, es algo tan inusual que algunos han llegado a verla como una perversión. Existen casos de madres acusadas de abusos contra sus hijos.
    Cambios en la leche durante el destete


    Existe la creencia popular de que a una determinada edad del niño la leche materna pierde sus propiedades nutritivas. Esto no sólo no es así, sino que no existe ningún alimento que aisladamente supere el valor nutritivo de la leche. Si que la pueden superar en algún nutriente en concreto (por ejemplo, el hígado la supera en hierro, la papaya en vitamina C y la carne de buey en proteínas) pero no en todos a la vez; de manera que la leche materna sigue siendo el alimento más nutritivo de cuantos pueda tomar un niño, aunque tenga tres o cuatro años.


    Existen algunos estudios que evalúan los cambios en la composición de la leche materna durante el proceso del destete, en ellos se demuestra que el volumen de leche disminuye en proporción a la cantidad de otros alimentos que tome el niño (a menor hambre, menor succión y menor producción de leche). La concentración de proteínas aumenta hasta el 142% del basal, los lípidos mantienen su concentración, el hierro aumenta hasta el 172%, el calcio permanece constante y el zinc disminuye hasta el 58% del basal (5). Los factores inmunitarios se mantienen durante el destete gradual (6). Hay que decir que estos estudios se hicieron en niños que fueron destetados por causa del propio estudio, a la edad de 7 meses, y que el destete duró 3 meses, pero no dice nada de lo que puede ocurrir durante el destete natural, que puede tardar varios años.

    Falso destete


    A lo largo del primer año de vida pueden existir momentos en los que el niño muestra un menor interés por la lactancia, como consecuencia de su propio desarrollo (por ejemplo, alrededor de los 9 meses) (7). Esto no debe ser confundido con el verdadero destete. Más bien es consecuencia del creciente interés del niño por su entorno, que le hace distraerse fácilmente del pecho. En un ambiente tranquilo, con luz tenue, con un menor nivel de estimulación, el niño mamará cuanto necesite, recuperando “el tiempo perdido”.

    Si pensamos que la leche es un alimento de gran importancia en la dieta del niño, al menos durante sus dos primeros años de vida, no es razonable pensar que ya no le hace falta la leche de su madre pero sí en cambio otro tipo de leche. La naturaleza no tiene previsto que una cría tome leche de una especie distinta a la suya.

    En cualquier caso, si una madre no desea prolongar la lactancia hasta que el niño decida dejarlo, tal vez le sea más fácil destetarlo entre la edad de los 9 y 14 meses. Sin embargo la decisión de la madre de destetar puede no ser firme a esa edad, por lo que no se debería alentar a la madre a que lo haga con el fin de evitarle supuestas futuras molestias que tal vez no se presenten nunca.


    Edad adecuada para el destete: Si se mantiene la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, a esa edad se inicia el destete, que se debe realizar en forma gradual hasta más allá de los 12 meses, con vigilancia adecuada del crecimiento físico y desarrollo del niño. b) Si la madre sale a trabajar temprano o tiene excesivas cargas laborales, puede producir una cantidad insuficiente de leche. Debe advertirse a la madre esta posibilidad y recomendar una vigilancia estrecha del crecimiento físico de su niño.


    VÍDEO DEL DESTETE:





    Ablactación
    Es la i
    ncorporación lenta y paulatina de alimentos semi-sólidos en la dieta de un niño.

    A partir del 6º mes de vida, se deben introducir diferentes alimentos que nos aseguren el correcto desarrollo y buen estado de salud del bebe. Esto se conoce como ablactación. 
    Es importante señalar que no se debe eliminar la leche materna mientras se incorporan estos nuevos alimentos.
    La importancia de la ablactación es tal, que adquirir en el primer año de vida hábitos alimenticios sanos y equilibrados, le ayudarán al bebe a llevar una dieta saludable en los años venideros.
    Con respecto a las formas y maneras de preparar los alimentos, es conveniente tener en cuenta que los niños aprenden a diferenciar los distintos sabores de los alimentos durante la ablactación, por lo tanto no es conveniente condimentar las preparaciones. De esta manera reconocerán los aromas y sabores neutros y puros de cada alimento.

    Reglas básicas:

    • Seleccionar alimentos frescos y de alta calidad.
    • La higiene es fundamental. La persona encargada de preparar los alimentos, como así también todos los utensillos que intervienen en dicha elaboración deben tener una perfecta higiene.
    • Incorporar el alimento de manera lenta, observando la tolerancia del bebe hacia el mismo, esperar un par de días antes de incorporar otro diferente.
    • Los alimentos deben cocinarse con poco agua. El agua de cocción puede aprovecharse para demás preparaciones (purés y papillas).
    • No exagerar la cocción, así aprovechamos la mayor cantidad posible de nutrientes.
    • No agregar sal, azúcar ni miel a ninguna preparación durante el primer año de vida.
    • El método de cocción más adecuado es el hervido, puesto que no irrita la mucosa intestinal del bebe.
    • La temperatura de la comida y alimentos debe ser templada.
    • La actitud al dar la comida debe ser de suavidad y paciencia. Se debe respetar el tiempo de aprendizaje y evolución del bebe. Evitar agobios y agresividad aunque la mejor intención sea nutrirlo, logrando de esta manera que su primera experiencia con la comida sea agradable y placentera.
    • Higienizar los dientes del bebe con una gasa húmeda o un cepillo para bebes al menos antes de ir a dormir para así evitar la aparición de caries a temprana edad. Así mismo se recomienda higienizar las encías y la lengua del bebe luego de cada comida para que goce de una buena salud oral.


    Períodos de la ablactación:








    Hemos nombrado en notas anteriores que siempre que su bebe este alimentado con leche materna, no necesita incorporar alimentos sólidos antes del sexto mes de vida. Esto se debe a que su sistema digestivo no tiene la maduración necesaria para digerir los alimentos y entonces su mucosa intestinal puede verse dañada generando otras dolencias o enfermedades. 
    Ahora bien, toda duda que se le presente debe solucionarla con su pediatra.
    Para concluir, debemos entender que un bebe gordo no es sinónimo de salud. Tanto el peso como la estatura deben estar controlados siempre por su pediatra, y es él quien le dirá si su bebe esta sano.
    No se recomienda entonces, caer en una sobrealimentación, forzando al bebe a comer, o bien utilizar la comida como recompensa. Si hacemos esto el niño podrá padecer trastornos de alimentación en su futuro. Establecer los horarios de comida cada día, educará a su hijo de manera sana y positiva frente al momento de comer.



    VÍDEO DE ABLACTACIÓN:






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