sábado, 29 de octubre de 2016

PROMOCIÓN DE TÉCNICAS DE HIGIENE DE 0 A 14 AÑOS


  • LAVADO DE MANOS:

La importancia de la higiene es esencial en todo ser humano, y es que al margen de querer estar limpio es importante que sepamos que muchos de los gérmenes que pueden “atacarnos”, llegamos a tocarlos sin pensar con nuestras propias manos así que es muy importante que las mantengamos siempre limpias y desinfectadas. Es muy importante lavarse las manos con regularidad, sobre todo antes de manipular o comer alimentos o tocar a otras personas, (y más si éstas se encuentran enfermas o débiles). Unas manos sucias, aún cuando a simple vista no parezcan estarlo, son un foco de propagación de infecciones que no debe obviarse; virus, bacterias, etc, campan a sus anchas en las manos de aquellos que se resisten a pasarlas por agua y jabón.



CONSEJOS PARA MANTENER LAS MANOS LIMPIAS:
  1. Las manos han de lavarse regularmente: antes y después de comer, al llegar a casa, después de estornudar o toser, si se ha tocado alguna superficie de dominio público, como la barra de un bar o un urinario público, etc.
  2. Hay que lavarlas bien, bajo un grifo y con jabón, dejando éste actuar en las manos al menos durante 20 segundos.
  3. Tampoco ha de olvidarse la higiene ni de las uñas ni de la parte interna de los dedos, que ha de cuidarse especialmente. Luego es conveniente secarse con servilletas de papel, (si puede utilizar otra servilleta para apagar el grifo y para salir del baño, aún mejor, sobre todo si se está en un baño público).


VÍDEO DE COMO LAVAR CORRECTAMENTE LAS MANOS:






  • LAVADO DE CARA:

La cara del bebé requiere un cuidado especial: hay que limpiarle las lagañas, despejarle la nariz y retirar de la barbilla los restos de leche o las babas, para evitar que su delicada piel se irrite.



Los cuidados de la cara del bebé:

Nariz: El interior de la nariz se limpia solo por medio de los estornudos. Si por fuera está sucia o con mocos, retiraremos la mucosidad del borde con una gasa húmeda enrollada, pero sin meterla en los orificios nasales. 

Ojos: Hay que limpiar solo lo que se ve. Con una gasa humedecida en agua se lava la parte externa de las orejas por delante y por detrás. Después hay que secar muy bien. La cera que asoma al exterior se puede arrastrar con una gasa seca enrollada. No se debe introducir nada en el oído, ni gasas, ni bastoncillos y que lo único que haríamos es empujar la suciedad hacia el interior y, además, podríamos dañar el conducto auditivo.








Orejas: Para finalizar, limpiaremos toda la carita con un algodón mojado en agua. No hay que olvidarse del cuello, en los plieguecitos que se forman bajo la barbilla suelen quedarse restos de leche y babas. Después, es importante secar bien al bebé con una toalla suave, para que no queden restos de humedad. 



Repaso final: En principio, los ojos no necesitan cuidados especiales. Es suficiente con coger un trocito de algodón o una gasa, empaparlo en agua (sin jabón) y pasarlo cuidadosamente por los párpados, sin friccionar. Después se seca el ojo con un gasita, dando pequeños toques. Se debe usar material distinto para cada ojo. Esta parte del aseo no suele gustar nada al bebé y puede que proteste un poco.





VÍDEO COMO LAVAR EL ROSTRO DE BEBE:



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