sábado, 29 de octubre de 2016

ASEO DE GENITALES


La limpieza de los genitales de un varón es distinta a la que necesita una niña.

Te enseñamos como lavarle los genitales a tu bebé, mantenerlo limpio y evitar paspaduras.


Cambiar de pañal al bebé es una de las tareas que más tiempo ocupará a los nuevos papás (una media de ocho veces al día). En los primeros meses, las deposiciones son muy frecuentes y hay que limpiarle a menudo para evitar que su piel, extremadamente delicada, se irrite con el contacto de la materia fecal o del pis.
El cambio de pañales, es aconsejable hacerlo cuando se despierta o antes de ir a dormir, pero también es muy importante que lo hagas después de cada toma (no es necesario hacerlo antes de que coma) pero también podrás hacerlo cuando el bebe este molesto y compruebes que esta mojado o sucio.
Como son diferentes los genitales de niñas y niños también lo es la forma en que se los debe higienizar.




Recomendaciones
Antes de cambiar el pañal y al terminar es muy importante lavarse las manos con agua y jabón. Si estamos fuera de casa y no es posible hacerlo, al menos hay que frotarlas bien con una toallita húmeda que contengan alcohol o con gel de alcohol. En cada cambio de pañal, conviene dejar que la piel que siempre está oculta por el pañal tome aire.
Después de lavarle y secarle bien, procuremos dejarle patalear unos minutos sin pañal. Esto es aconsejable sobre todo cuando hay enrojecimiento o inflamación. En este caso, además, habrá que cambiarle más a menudo. Si la escocedura persiste o es intensa, hay que consultar con el médico.




Equipo básico
  • Toallitas desechables sin perfume.
  • Si se usa esponja (natural), hace falta también una pequeña palangana y jabón líquido infantil.
  • Algodón y oleo calcáreo.
  • Pañales (es importante elegir la talla adecuada). Pueden ser descartables o de tela.
  • Crema protectora. No es indispensable, pero ayuda a prevenir irritaciones.
  • Un cambiador para casa y uno plegable para las salidas (éste también puede usarse a diario, poniéndolo sobre una mesa, por ejemplo). Cuidado con las caídas.
  • Una toalla no muy grande, suave y absorbente.
Niñas:
Las toallitas desechables son lo más higiénico, pero debes tener la precaución de utilizar aquellas que no contengan perfume ya que pueden desencadenar una reacción alérgica o irritar la piel del bebe. También se puede utilizar algodón embebido en oleo calcáreo (siempre de buena marca).
Si utilizamos esponjas (con agua jabonosa) es necesario esterilizarlas a menudo y procurar que se sequen después de su uso (no dejarlas que se mantengan húmedas, pueden desarrollar hongos).
  1. Retirar las heces, si las hay. Luego, pasar la esponja o toallita por el abdomen y los muslos, insistiendo en los pliegues.
  2. Limpiar los genitales: siempre en la misma dirección: de la vagina al ano, y no al revés, para que no entren gérmenes del ano en la vagina. Los labios vaginales no deben frotarse. Una vez limpios, se debe continuar el aseo por las nalgas y parte posterior de los muslos.
    Al aplicar la crema, hay que limitarse a los labios externos, pliegues y alrededores del ano, procurando que no entren restos en la vagina.
  3. Usar una toalla suave para secar la piel, dando toques suaves, sin restregar. No debe quedar humedad en los pliegues. Para secar las nalgas, no es preciso dar la vuelta a la niña. Podemos levantarla un momento, sujetándola de los tobillos.
  4. Es conveniente extender una fina capa de crema protectora en toda el área del pañal. La pomada debe aplicarse sólo en la parte externa de los genitales, sin introducirla en los labios de la vagina.
Niños:
La orina del varón se esparce por todas partes, así que debes limpiarle muy bien con cada cambio de pañal, para proteger su colita de escoceduras. Lávate las manos.
  1. Pon al bebé en su vestidor y desabróchale la ropa y el pañal. Si lleva pañal de tela, arrastra lo más gordo de las heces con una esquina limpia. Con los desechables, desplega las tiras.
  2. Antes de retirarle el pañal, detente. El bebé varón suele orinar en el momento en que se lo quitas, asi que espera un par de segundos sujetando el pañal sobre su pene.
  3. Abre el pañal. Arrastra las heces con toallitas y tíralas en el pañal, después pliégalo por debajo de él.
  4. Humedece un algodón con agua o loción para limpiarle: empieza repasando su abdomen hasta el ombligo.
  5. Con un algodón limpio, lava bien los pliegues de los muslos y la base de sus genitales, siempre alejándote del tronco. Aparta el pene si es preciso, pero procura no tirar de la piel.
  6. Con algodón limpio, repasa bien toda la superficie de los testículos, incluso debajo del pene, pues aquí pueden quedar restos de orina o heces. Aparta el pene si es preciso, sin tirar de la piel.
  7. Limpia el pene, alejándote del tronco. No retraigas el prepucio ya que esta parte se limpia sola.
  8. Levanta las piernas del bebé para limpiarle el ano y las nalgas, manteniendo un dedo entre sus tobillos. Cuando esté limpio, retira el pañal.
  9. Limpiate las manos y secate con toallitas. Dejalo patalear un rato si tiene la cola irritada.
  10. Aplica crema protectora generosamente sobre el pene (pero no por dentro), alrededor de los testículos y el ano y las nalgas.

VÍDEO DE ASEO DE GENITALES:


USO DE BACINICA Y SANITARIO

La tarea de enseñar a un niño a ir al baño podría ser abrumadora, ¡tanto para ti como para el pequeño! Lo principal que deberás tomar en cuenta es si el niño está listo para usar la bacinica. Si lo está, entonces todo el proceso será mucho más fácil, sin contar que será más rápido. Lee a continuación para averiguar cómo preparar a tu hijo a ir al baño por sí solo, verás consejos para saber si el niño está listo, para armar un programa de entrenamiento efectivo, para felicitarlo por sus avances y darle los premios correctos. A sus marcas, listos, ¡a orinar!

Haz que tu niño esté cómodo con la bacinica:

1.Preséntale la bacinica a tu niño. 
  • Deja que se sienta cómodo con ella para que comprenda que no tiene nada de intimidante ni aterrador. 
  • Pon la bacinica en su área de juegos, donde pueda sentarse con toda su ropa puesta mientras lee un libro o juega con sus juguetes. 
  • Una vez que esté acostumbrado o incluso encantado de la bacinica, podrás ponerla en el cuarto de baño. 
  • También usa alguna juegos, cuentos, actividad y apps para presentarle la idea de ir al baño.


2.Muéstrale a tu niño cómo usarla. 
Luego, tendrá que comprender cuál  es el uso de la bacinica. Para explicárselo, trata de llevar su pañal sucio sobre la bacinica y verter su contenido ahí. Dile que la bacinica es el lugar donde van el “pupú” o el “pipí”. Otra opción es que eches el contenido del pañal en el retrete y te despidas de él mientras tiras de la cadena.
  • ·    También, si quieres demostrarle cómo se usa el retrete, lleva al niño al baño contigo cuando tengas que usarlo. Siéntalo e
    n su bacinica mientras estás sentado en el retrete y le muestras cómo debe hacerlo. Con suerte, esto lo animará a usar la bacinica como “los grandes”.
  • ·    Si es posible, quizá sea mejor que los niños pequeños vayan al baño con papá ¡para evitar confusiones! Sin embargo, deberás olvidarte de enseñarle a los varoncitos a orinar de pie por el momento, porque podría ser confuso (aparte de que será un desastre). Por ahora, haz que se siente en la bacinica para el número uno y el número dos


3.Deja que tu niño se sienta en la bacinica al menos 15 minutos al día. 
Deja que se acostumbre a la bacinica sentándolo ahí 5 minutos, 3 veces al día. Anímalo a hacerlo, pero no te preocupes si no lo hace. Felicítalo por intentarlo y hazle saber que podrá intentarlo después.
  • Si se pone impaciente por salir, dale un libro o un juguete para que juegue y así no crea que la bacinica es un castigo.
  • Nunca lo obligues a sentarse en la bacinica si no quiere, sino solo harás que se resista más, lo cual puede afectar todo el proceso de entrenamiento.


4.Emplea las palabras relacionadas al baño correctas. 
  • Trata de no confundir a tu niño usando palabras vagas o complejas para describir el acto de usar el baño o ciertas partes del cuerpo. Usa palabras infantiles fáciles y directas como “pipí”, “pupú” y “bacinica” cuando le hables.
  • Nunca utilices palabras como “sucio” o “asqueroso” para describir los procesos corporales naturales, sino el niño podría sentirse avergonzado de hacerlo, cosa que impactará negativamente tu proceso de entrenamiento
  • Si un niño se siente ansioso o avergonzado de usar la bacinica, empezará a aguantarse todo, lo que le ocasionaría problemas de salud como estreñimiento e infecciones del tracto urinario. Por esta razón, es importantísimo que el niño se sienta cómodo usando la bacinica.
  • Ser abierto con el niño le dará confianza y entenderá que deberá sentirse orgulloso de él mismo por usar la bacinica correctamente.


5.Mantente con tu niño mientras use la bacinica. 
Los niños pueden sentirse extremadamente ansiosos con la bacinica por diversos motivos: si usan el retrete, algunos tendrán miedo de caerse dentro o del sonido al tirar de la cadena, otros niños verán su deposición, que considerarán como parte de ellos mismos y pensarán que lo están perdiendo al usar la bacinica.
  • Es importante que siempre estés con el pequeño mientras esté sentado en la bacinica, al menos al principio.
  • Sonríele, felicítalo mucho y usa un tono de voz calmado y tranquilizador en todo momento. También podrás cantar o jugar con tu niño mientras esté en la bacinica para que vea que usarla es una actividad divertida y no algo a lo cual temer.



6.Léele libros con dibujos relacionados al baño. 
Muchos padres han comprobado que los libros que tratan sobre el entrenamiento para ir al baño son una herramienta sumamente útil para enseñarle a los niños a cómo y por qué usar la bacinica. Estos libros suelen ser graciosos, alentadores y tienen imágenes atractivas con las cuales los niños se pueden identificar. Haz que tu niño participe del proceso de lectura haciéndole preguntas y pidiéndole que señale ciertos artículos de las imágenes. Cuando termines de leer, pregúntale si quiere usar su bacinica, al igual que el niñito o la niñita del libro.





      VÍDEO DE USO DE BACINICA Y SANITARIO:




ENTRENAMIENTO AL CONTROL DE ESFÍNTERES

El control de esfínteres implica el paso de un comportamiento reflejo automático a una conducta voluntaria y controlada. La mayoría de los niños/as logra el control diurno entre los dos y tres años. Hacia los cinco años ha adquirido ya el control nocturno y entre los doce y catorce años únicamente un 2% permanecen con incontinencia ocasional. Actualmente se considera que la característica esencial de la Enuresis es la emisión repetida de orina durante el día o la noche, en la cama o en la ropa. La mayor parte de los casos este hecho suele ser involuntario, pero en ocasiones es intencionado. La edad cronológica del niño debe ser, por lo menos, de 5 años.


PROCESO DE APRENDIZAJE PARA EL CONTROL DE ESTE REFLEJO NATURAL:
Este proceso implica que el niño aprenda:
- Ha de ser capaz de aprender a comenzar a orinar aún cuando la presión de la orina en la vejiga sea muy baja (ejercitando los músculos abdominales y los esfínteres externos).
- Ha de aprender a frenar las contracciones del músculo detrusor, provocadas por presiones de orina cada vez mayores. 
- Ha de aprender a distinguir las sensaciones producidas dentro del cuerpo por un estado de repleción de la vejiga.
- Ha de aprender a frenar el flujo de orina voluntariamente, una vez que ha comenzado a orinar. Es decir, a contraer el esfínter externo.
 - Ha de ser capaz de transferir todos estos mecanismos del estado de vigilia al estado de sueño.


En la adquisición de esta capacidad, intervienen varios procesos:
- Es necesario que maduren y desarrollen bien los diversos elementos componentes del tracto genito-urinario.
- Es necesario que se desarrollen bien los centros del Sistema Nervioso que posibiliten un aprendizaje de la difícil tarea de orinar a voluntad.
- Ha de existir un proceso de entrenamiento adecuadamente supervisado, que le ayude al niño a discriminar y distinguir las señales indicadoras de la necesidad de hacer pis, señales internas y las señales externas, que indican que ese es el momento y el lugar adecuado para orinar.

NO DEBEMOS...
  • Tener prisa o impacientarnos. Recordamos que cada niño/a madura a su ritmo.
  • Presionarle sólo conducirá a frustración y dificultades añadidas.
  • Amenazarle, reñirle, gritarle, castigarle… cuando no logra controlar los esfínteres.
  • Ridiculizarle en público, ante sus hermanos… compararlo con otros niños/as más “adelantados” o que ya han adquirido el control.
  • Ponerle dificultades o impedimentos involuntarias en forma de ropa difícil de manejar por el niño/a: olvidarse de vaqueros, pantalones con cremalleras, petos con tirantes, leotardos…


CONTROL DE ORINA DIURNO:
a) Retirar el pañal durante el día.
b) Poner al niño/a en el orinal o WC cada dos horas los quince primeros días. Es importante hablar con él recordándole que va a hacer pis y que él lo diga.

c) Cada vez que haga pis, reforzarle con algo que le guste.
d) Si el niño/a controla pasados unos quince días, comenzaremos a ponerlo cada dos horas y media.
e) Reforzar de igual forma cada vez que haga pis.
f) Después de otros quince días, si controla bien, pasar a ponerlo cada tres horas.
g) A partir de este momento se le reforzará cada dos veces que haga pis en el orinal.
h) A los quince días de controlar y pedir cuando tenga ganas de ir al WC, reforzar sólo al final del día.
i) Retirar el refuerzo de forma progresiva.

CONTROL DE ORINA NOCTURNO:
a) Una vez conseguido el control durante el día, retiraremos el pañal de la noche ¡Definitivamente! 

b) Recordar que es muy importante que los niños/as se acostumbren a hacer pis siempre antes de acostarse.
c) Es posible que los primeros días no aguante toda la noche seco, en ese caso procuraremos despertarle a media noche, para que haga pis conscientemente en el WC. Si vemos que está mojado, la siguiente noche lo levantaremos un poquito antes.
d) Para ayudarle a controlar el pis durante más tiempo, es conveniente jugar durante el día a soltar y retener el pis varias veces cada vez que vaya a WC. (Hacemos ejercicios de cortar el pipi cada vez que vayamos al baño por el día durante un para de semanas)

CONTROL INTESTINAL:

Es preferible comenzar a habituarle al uso del orinal o sentarle en el WC justo después de las comidas creando hábito), ya que en ese momento la necesidad de evacuar es más apremiante y es más probable que el pequeño tenga éxito. Intenta llevar a tu hijo durante veinte minutos tras la finalización de cada comida. Encontrar el momento preciso será cuestión de aplicar el método de “ensayo-error”. Al comenzar la enseñanza de control de intestinal aprovecha el momento de cambiar el pañal sucio. Dejarlo caer en el orinal, estableciendo así una relación entre deposición y recipiente. Puede animársele a hacer prácticas. Bajarle los pantalones y colocarlo un corto tiempo en el orinal, incluso con el pañal abierto dentro del orinal. Como si fuese un juego. Nunca forzar a que se siente en él o mantenerlo contra su voluntad (recordar, vamos a enseñarles, nunca obligarles o exigirles).




VÍDEO DE CONTROL DE ESFÍNTERES:


CAMBIO DE PAÑAL

Cambiar el pañal a un bebé requiere algo de práctica, pero hasta que la consigas, necesitas saber primero bien la teoría. Te enseñamos paso a paso a limpiar su colita, aplicar crema, colocar el pañal limpio y cerrarlo correctamente para que no se produzcan escapes sorpresa.

Durante el entrenamiento, seguramente te encontrarás con alguna salpicadura accidental o una mala colocación del pañal, que pronto superarás, ya que las oportunidades de hacerlo, sobre todo, durante las primeras semanas, serán muy numerosas.
Qué necesitas para cambiar el pañal al bebé?


Antes de desnudar a tu bebé, prepara todo lo necesario:

1. Cambiador. Disponer de un cambiador alto para no doblar la espalda durante el proceso del cambio de pañal es práctico y cómodo. Conviene recordar que nunca debes dejar sólo al bebé porque podría caerse. Si no estás en casa, coloca siempre al bebé sobre un cambiador impermeable y plegable, en una superficie rígida y segura, para evitar ensuciar más de la cuenta.

2. Pañal limpio, toallitas húmedas y crema protectora. Coloca a mano el pañal limpio, las toallitas y la crema protectora para evitar tener que desplazarte y así tenerlo todo a mano.

Cómo cambiar el pañal al bebé, paso a paso..
1. Coloca cuidadosamente al bebé boca arriba en el cambiador o bien en una superficie segura, sólida y cómoda.
2. Desnúdale de cintura para abajo. Retira las cintas autoadhesivas del pañal sucio, ábrelo, levanta las piernas del bebé y ciérralo aplastando la parte delantera del pañal contra la trasera. Si hay deposiciones, utiliza la parte delantera del pañal para retirarlas de la piel, siempre de delante hacia atrás. Coloca el colita del bebé sobre la parte delantera exterior del pañal.
3. Levanta las piernas del bebé y limpia la piel de su colita con una toallita húmeda. Si es niña, siempre de delante hacia atrás, es decir, de la vagina hacia el ano, para evitar posibles infecciones. Si tu bebé es niño, limpia el pene igual que los pliegues y el resto de la zona del pañal sin intentar forzar la separación entre el glande y el prepucio, que todavía puede tardar en producirse.
4. Seca cuidadosamente la zona con una toalla o una toallita seca, sobre todo, los pliegues de la piel.
5. Aplica crema protectora para aislar la piel de la humedad alrededor del ano y en la entrepierna. Asegúrate de extenderla bien y recuerda que no es necesario aplicar mucha cantidad.
6. Levanta las piernas del bebé, cierra el pañal sucio de atrás hacia delante con las cintas autoadhesivas y retíralo.
7. Abre el pañal limpio y colócalo debajo del colita de tu bebé. Despliega la parte delantera y colócala por delante, cubriendo sus genitales. Si tu bebé es niño, asegúrate que su colita ha quedado apuntando hacia abajo para que el pañal pueda retener su orina.

8. Una vez que la parte delantera esté a la misma altura que la trasera alrededor de la cintura del bebé, puedes abrocharle utilizando las cintas autoadhesivas que encontrarás a ambos lados de la parte trasera del pañal. Deberás ajustarlo lo suficiente sin que le apriete, ni quede suelto como para que pueda haber escapes.





VÍDEO DE CAMBIADO DE PAÑAL:




HIGIENE BUCAL

CUIDADO DENTAL EN NIÑOS

El cuidado apropiado de los dientes y las encías del niño incluye cepillado y enjuague diariamente. También incluye hacerse exámenes dentales de rutina y recibir los tratamientos necesarios como fluoruro, extracciones, obturaciones o frenillos (correctores dentales) y otras ortodoncias.
Su niño debe tener dientes y encías sanos para la buena salud general. Los dientes lesionados, enfermos o con desarrollo deficiente pueden ocasionar:
  • Nutrición insuficiente
  • Infecciones dolorosas y peligrosas
  • Problemas con el desarrollo del lenguaje
  • Baja autoestima

CUIDADO DE LOS DIENTES DE UN BEBÉ


Aunque los recién nacidos y los bebés no tienen dientes, es importante el cuidado de la boca y las encías. Siga estas recomendaciones:
  • Use un paño húmedo para limpiar las encías del bebé después de cada comida.
  • NO lleve al niño a la cama con el tetero de leche, jugo o agua azucarada. Utilice solamente agua para los biberones a la hora de acostarse.
  • Comience a usar un cepillo de dientes suave en lugar del paño para la limpieza de los dientes del niño tan pronto como aparezca el primer diente (generalmente entre los 5 y 8 meses de edad).
  • Consulte con el proveedor de atención médica de su niño si necesita tomar fluoruro oral.


CUIDADO DE LOS DIENTES DEL NIÑO
  • Cepille los dientes y las encías del niño por lo menos dos veces al día y en especial antes de ir a la cama. 
  • Lleve al niño al odontólogo cada 6 meses y hágale saber si el niño se chupa el pulgar o respira a través de la boca.
  • Enséñele al niño la forma segura de jugar y qué hacer si un diente se rompe o se cae. Si usted actúa rápidamente, con frecuencia puede salvar el diente.
  • Cuando al niño le salgan los dientes permanentes, debería comenzar a usar el hilo dental cada noche antes de ir a la cama.
  • Cuando el niño llegue a la adolescencia, es posible que se necesiten correctores dentales o extracciones para prevenir problemas a largo plazo.
VÍDEO DE HIGIENE BUCAL EN NIÑOS:



LIMPIEZA DE FOSAS NASALES.

Teniendo en cuenta que los niños o bebes respirarán por la nariz los primeros 6 meses de vida y que los orificios nasales son pequeños debemos realizar lavados nasales para que puedan respirar bien.
El principal problema de los bebes es que no saben sonarse, así que podemos realizar los lavados nasales que queramos al día no hay ninguna contraindicación, siempre que notemos que el niño empieza a hacer ruido o que notemos que se les caen los mocos, está indicado.

¿Cuándo debemos realizar los lavados?

  •  Antes de comer y dormir. 
  • Uno de los principales síntomas de problemas respiratorios es que empiezan a comer menos, así que si limpiamos la nariz, el niño no tendrá la sensación de que se ahoga al tener la boca cerrada y al tragar porque la nariz la tiene despejada. 
  • Antes de darle la medicación, si el pediatra ha recomendado medicación inhalada, como el ventolín, primero habrá que lavarle la nariz, para que respire más cantidad de medicación.

¿Qué podemos utilizar para realizar lavados nasales?

  • Las monodosis de suero, el rhinomer o spray nasal o una jeringuilla con suero.

El problema de los sprays nasales es que no sabemos qué cantidad de suero estamos metiendo al niño.
Las monodosis no llevan presión.



Preferible utilizar una botella de suero, pincharle una jeringuilla de ahí sacar el suero a un vaso, y con otra jeringuilla diferente hacer el lavado.

Si utilizo la jeringuilla que está en la botella para meterle en la nariz al niño y éste tiene un virus, se infecta toda la botella.
Lo bueno de utilizar una jeringuilla para hacer el lavado es la presión y que conozco la cantidad de suero que estoy metiendo.
Se recomienda para niños menores de 6 meses 2 mililitros por cada agujero de la nariz, para niños de más de 6 meses 5 mililitros por agujero.

¿Cómo hacer lavados nasales?


  • Preferible ponerlos sentados porque así evitamos que el moco se vaya al oído, inclino la cabeza hacia el lado izquierdo y voy a meter el suero por el agujero derecho de la nariz.
  • Si el niño se traga el suero y el moco, no pasa nada, lo expulsará por la caca.
  • Si tose o estornuda después del lavado es normal.
  • En cuanto el niño aprenda a sonarse no habrá que hacer lavados nasales.


¿Es bueno aspirar las secreciones?

Si el moco ha salido o notamos que el niño hace menos ruido al respirar no hay que aspirar. La presión que se crea en la nariz es desagradable y seca la mucosa por eso no hay que aspirar de forma sistemática, solo cuando notemos que sigue habiendo moco.

Una vez que el niño no tenga moco no tenemos por qué realizar un lavado nasal al día, nosotros no nos sonamos la nariz cuando estamos bien.


VÍDEO DE LIMPIEZA NASAL.



PROMOCIÓN DE TÉCNICAS DE HIGIENE DE 0 A 14 AÑOS


  • LAVADO DE MANOS:

La importancia de la higiene es esencial en todo ser humano, y es que al margen de querer estar limpio es importante que sepamos que muchos de los gérmenes que pueden “atacarnos”, llegamos a tocarlos sin pensar con nuestras propias manos así que es muy importante que las mantengamos siempre limpias y desinfectadas. Es muy importante lavarse las manos con regularidad, sobre todo antes de manipular o comer alimentos o tocar a otras personas, (y más si éstas se encuentran enfermas o débiles). Unas manos sucias, aún cuando a simple vista no parezcan estarlo, son un foco de propagación de infecciones que no debe obviarse; virus, bacterias, etc, campan a sus anchas en las manos de aquellos que se resisten a pasarlas por agua y jabón.



CONSEJOS PARA MANTENER LAS MANOS LIMPIAS:
  1. Las manos han de lavarse regularmente: antes y después de comer, al llegar a casa, después de estornudar o toser, si se ha tocado alguna superficie de dominio público, como la barra de un bar o un urinario público, etc.
  2. Hay que lavarlas bien, bajo un grifo y con jabón, dejando éste actuar en las manos al menos durante 20 segundos.
  3. Tampoco ha de olvidarse la higiene ni de las uñas ni de la parte interna de los dedos, que ha de cuidarse especialmente. Luego es conveniente secarse con servilletas de papel, (si puede utilizar otra servilleta para apagar el grifo y para salir del baño, aún mejor, sobre todo si se está en un baño público).


VÍDEO DE COMO LAVAR CORRECTAMENTE LAS MANOS:






  • LAVADO DE CARA:

La cara del bebé requiere un cuidado especial: hay que limpiarle las lagañas, despejarle la nariz y retirar de la barbilla los restos de leche o las babas, para evitar que su delicada piel se irrite.



Los cuidados de la cara del bebé:

Nariz: El interior de la nariz se limpia solo por medio de los estornudos. Si por fuera está sucia o con mocos, retiraremos la mucosidad del borde con una gasa húmeda enrollada, pero sin meterla en los orificios nasales. 

Ojos: Hay que limpiar solo lo que se ve. Con una gasa humedecida en agua se lava la parte externa de las orejas por delante y por detrás. Después hay que secar muy bien. La cera que asoma al exterior se puede arrastrar con una gasa seca enrollada. No se debe introducir nada en el oído, ni gasas, ni bastoncillos y que lo único que haríamos es empujar la suciedad hacia el interior y, además, podríamos dañar el conducto auditivo.








Orejas: Para finalizar, limpiaremos toda la carita con un algodón mojado en agua. No hay que olvidarse del cuello, en los plieguecitos que se forman bajo la barbilla suelen quedarse restos de leche y babas. Después, es importante secar bien al bebé con una toalla suave, para que no queden restos de humedad. 



Repaso final: En principio, los ojos no necesitan cuidados especiales. Es suficiente con coger un trocito de algodón o una gasa, empaparlo en agua (sin jabón) y pasarlo cuidadosamente por los párpados, sin friccionar. Después se seca el ojo con un gasita, dando pequeños toques. Se debe usar material distinto para cada ojo. Esta parte del aseo no suele gustar nada al bebé y puede que proteste un poco.





VÍDEO COMO LAVAR EL ROSTRO DE BEBE: